Nuestro equipo de expertos ayuda a los pacientes a entender que el origen de sus emociones, comportamientos y pensamientos empiezan en el cerebro. Mediante el uso de neuroimágenes, el equipo puede identificar áreas del cerebro que funcionan mal y conectarlas con deficiencias específicas en las emociones, los comportamientos y los pensamientos. Esta reconceptualización ayuda a disminuir el estigma que con tanta frecuencia se asocia con la enfermedad mental.
Reconocido por la Comisión Conjunta por su tratamiento innovador de los trastornos cerebrales, el Centro Neuropsiquiátrico recibió la primera designación de Certificación específica de la enfermedad en la nación. Al utilizar tecnología de punta, el programa premiado identifica y aborda el origen neurobiológico de los problemas emocionales y conductuales que comúnmente se asocian con trastornos como:
- Lesiones cerebrales traumáticas (TBI): gravedad leve a moderada
- Trastornos convulsivos/epilepsia
- Pacientes expuestos a drogas en el útero
- Trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- Lesiones/conmociones cerebrales cerradas y relacionadas con el deporte
- Depresión resistente al tratamiento
- Trastornos bipolares y de ansiedad
- Otras disfunciones cerebrales físicas y químicas
La base del enfoque de tratamiento del Centro Neuropsiquiátrico es la prueba QEEG (electroencefalograma cuantitativo). En lugar de confiar en el autoinforme del paciente y las observaciones del comportamiento, QEEG proporciona una imagen objetiva y detallada de la actividad del cerebro. Los resultados de las pruebas brindan al equipo de tratamiento información valiosa sobre la región del cerebro que presenta disfunción y permite la intervención de medicamentos específicos. Al igual que los electrodos utilizados en un EKG (electrocardiograma) que prueba la actividad eléctrica de su corazón, se utiliza un proceso similar a través de QEEG. Con electrodos colocados en regiones específicas en la cabeza del paciente, se mide la actividad eléctrica en el cerebro. El proceso no es invasivo y permite identificar y tratar la disfunción cerebral con mayor rapidez.
Después de la prueba QEEG, se administra una evaluación neuropsicológica especialmente diseñada. Esta evaluación, combinada con la prueba QEEG, completa un cuadro clínico preciso de cada paciente al ayudar con el diagnóstico diferencial, la identificación de deficiencias en la memoria, la concentración, la atención y el funcionamiento ejecutivo. Luego se pueden hacer recomendaciones de tratamiento para permitir que el paciente prospere en el hogar, el trabajo y la escuela.
